Tortícolis congénita infantil

TORTICOLIS MUSCULAR CONGÉNITA
Tortícolis es una palabra que ha llegado a nuestro idioma desde el francés y que la RAE define como: Espasmo doloroso, de origen inflamatorio o nervioso, de los músculos del cuello, que obliga a tener este torcido con la cabeza inmóvil. En origen proviene del latín y se forma con la unión de torte (torcido) y collum (cuello).
¿En qué consiste la tortícolis muscular congénita?
Hablamos de “tortícolis congénita” cuando la patología se da en niños recién nacidos o con menos de dos meses de edad.
¿Cómo se detecta?
Si observamos que nuestro pequeño tiene la cabeza inclinada siempre hacia el mismo lado y la barbilla girada hacia el lado contrario es muy posible que tenga una tortícolis.
Al intentar girar la cabeza encontraremos una limitación de la movilidad como consecuencia de la retracción muscular. Al palpar el cuello sentiremos una pequeña contractura y en ocasiones podremos notar un pequeño nódulo en forma de oliva.
¿Cuáles son sus causas?
Se produce por un aumento de la tensión en el esternocleidomastoideo que va desde la cabeza al esternón y la clavícula, cuya contractura produce esa inclinación del cuello.
La tortícolis puede estar asociada a una pequeña deformación del cráneo (plagiocefalia), que se produce por mantener el apoyo de la cabeza siempre en el mismo lado. Este aplanamiento no afectará al desarrollo del cerebro del pequeño pero sí ocasionará una pérdida de simetría de la cara que a veces es bastante llamativa.
En la mayoría de los casos se debe a una mala posición intrauterina, aunque también puede deberse a un parto traumático en el que se produce un pequeño desgarro muscular. En otras ocasiones está provocada por un hábito postural en el que el niño mantiene la cabeza siempre girada hacia el mismo lado.
¿Cuál es el tratamiento?
Es muy importante su diagnóstico y tratamiento precoz para conseguir una pronta recuperación y evitar secuelas a largo plazo.
El tratamiento inicial de elección es uno conservador y normalmente consiste en fisioterapia excepto en los casos de tortícolis postural con limitación escasa de la movilidad cervical, en los que se le dan consejos posturales a los padres y se realiza un seguimiento médico.
El tratamiento de fisioterapia es muy eficaz en estos casos y debe de ser precoz, comenzando en el momento en el que se detecta el problema. El fisioterapeuta mejorará la movilidad del cuello de la criatura mediante estiramientos suaves, masaje y estimulación, .
¿Cómo será la sesión de fisioterapia?
En un primer momento el profesional tendrá que ganarse la confianza del bebé para que este se relaje y poder trabajar con él de manera que no le ocasione ni dolor ni molestias.
A continuación, el fisioterapeuta comenzará a masajear la zona tensionada para relajar y comenzar a dar elasticidad a la musculatura. Después el terapeuta realizará estiramientos suaves sobre los músculos para poco a poco devolver la movilidad a la zona cervical. Por último y con la ayuda de estímulos sonoros o visuales intentará que la criatura realice los movimientos hacia el lado de la corrección de una manera activa.
El empleo de técnicas de estiramientos del ECM mediante terapia manual puede mejorar la elasticidad muscular y disminuir las alteraciones de la movilidad, obteniendo una mejoría en el 95% de los casos.

Es muy importante controlar la postura del bebé en todo momento
Consejos a los padres sobre la torticolis congénita
Si dormimos con el bebé deberemos buscar la orientación para que el pequeño al querer mirarnos gire la cabeza del lado de la corrección.
Podemos ofrecer las tomas de pecho o biberón del lado por el que encuentra más dificultad para girar la cabeza.
A la hora de cogerlo en brazos lo haremos de tal manera que el bebé gire la cabeza hacia el lado de la corrección (el bebé siempre intentará mirarnos).
Colocaremos todos los estímulos (juguetes, muñecos…) del lado en el que queremos que gire la cabeza.
Cuando esté tumbado boca arriba colocaremos una almohada del mismo lado de la tortícolis para corregir la postura.
La posición boca abajo es importante para el desarrollo del control de la cabeza. Por tanto, se aconseja colocar al niño cuando esté despierto, y siempre bajo vigilancia, unas tres veces al día en esa posición.
Entrenamiento a los padres
Con un programa de ejercicios y consejos posturales, se les enseñará a coger y a llevar al niñ@ correctamente, y cuáles son las posiciones adecuadas para corregir la actitud postural de su cabeza. También se les enseñará cómo deben realizar masajes suaves y pequeños estiramientos para mejorar la movilidad cervical.
Los padres serán los encargados de estimular la movilidad activa del pequeño a través de juegos, sonidos y luces hacia el lado de la corrección.
La participación de los padres en la continuación del tratamiento será fundamental