Seguro que todos hemos oído hablar de él, pero ¿qué es el diafragma y por qué lo denominamos «el motor de nuestro equilibrio»?

El diafragma es un músculo plano con forma de doble cúpula que separa la cavidad torácica de la abdominal.

¿Por qué es tan importante el diafragma?

Rufo de Éfeso emplea la palabra phrénes con el significado de “ lo que separa las vísceras de arriba de las de abajo”.

Tanto en la medicina oriental como en la nuestra, este músculo siempre ha sido objeto de estudio e investigación. La medicina china entiende este elemento como la zona de paso, regulación e intercambio en la relación (yin-yang) entre el tórax (arriba) y el abdomen (abajo).

¿Cuál es su función?

La función principal de este músculo es la inspiración: al descender su centro crea una presión negativa en el interior de la caja torácica permitiendo de esta manera que los pulmones se llenen de aire. Pero esta importantísima función no es la única de este conjunto de fibras estriadas.

El Diafragma

El diafragma se apoya sobre las vísceras de la cavidad abdominal. Algunas de ellas se encuentran literalmente suspendidas por medio de ligamentos, con lo que su movimiento provoca un “masajeo” sobre ellas mejorando de esta manera su función y salud.

También debemos recordar que con su movimiento (al crear diferencias de presión entre la parte superior y la inferior del cuerpo) favorece el retorno venoso. Esa acción realiza una función de aspiración de la sangre en contra de la gravedad.

¿Por qué debemos cuidar nuestro diafragma?

El correcto movimiento diafragmático permite una buena oxigenación de todas nuestras células incluyendo nuestras neuronas. Con lo que también influye sobre nuestra salud psicológica y cognitiva. De ahí la importancia que le dan las medicinas orientales a la respiración a la hora de conseguir una concentración y relajación profunda.

No debemos olvidar las uniones aponeuróticas del diafragma con el transverso abdominal, el cuadrado lumbar y el psoas, que se inserta por arriba y por los lados en la caja torácica y el esternón y posteriormente con los cuerpos vertebrales. Todo ello lo convierte en un elemento fundamental para el mantenimiento de la postura y del equilibrio.

Por último, recordar que el diafragma funciona de manera sinérgica con la musculatura del diafragma pélvico y el músculo laríngeo, con lo que de su buena salud y movimiento dependerá tanto el funcionamiento del conocido suelo pélvico como de la fonación.

En conclusión, un diafragma elástico, normotónico y libre será fundamental para el buen funcionamiento y el equilibrio global de todo nuestro organismo.